Cocinando recetas para la integración laboral con Pepe Rodríguez

Publicado por En Realidad no tiene Gracia | marzo 13, 2014 | No hay comentarios

Hoy os queremos presentar una de las acciones más especiales que hemos realizado este año dentro de la campaña En realidad no tiene gracia. Se trata de Recetas para la integración laboral, una web-serie de siete capítulos protagonizada por Pepe Rodríguez, propietario del prestigioso restaurante El Bohío, ganador de una estrella Michelin y jurado del programa televisivo MasterChef.

Desde su amplia experiencia comparte con nosotros su visión sobre temas como la igualdad entre hombres y mujeres, la diversidad cultural, la influencia de la edad, la gestión del talento… En definitiva se trata de un contenido que en clave de entretenimiento nos habla de temas importantes para las empresas y para nuestra sociedad. Y es que la integración laboral y la gestión de la diversidad son algunos de los grandes retos del siglo XXI cuando hablamos de empleabilidad y desarrollo empresarial.

La cercanía y la claridad con la que habla Pepe nos ayudan a mirar la cuestión de la integración laboral desde una perspectiva diferente, abordando los temas de frente y siempre con una sonrisa. En cada capítulo podemos encontrar interesantes reflexiones y buen humor, lo que convierte la serie en un contenido de mucho interés para empresarios, empresarias, emprendedores y todas aquellas personas que crean en la diversidad como un motor de desarrollo social.

Os invitamos a ver el primer capítulo y a disfrutar de la personalidad de Pepe Rodríguez, al que agradecemos enormemente su participación desinteresada en nuestra campaña. Gracias a él y a todo su equipo el rodaje fue una experiencia muy divertida e interesante. Tuvimos el privilegio de ver la cocina de El Bohío a pleno rendimiento, que es todo un espectáculo. Y tuvimos la suerte de ver como se preparan algunos de sus platos estrella. Ver soplar caramelo como si fuera vidrio para hacer unas bolas que parecen de cristal nos dejó con la boca abierta, nunca mejor dicho.

Pero sin duda lo mejor fue conocer a todo el equipo de El Bohío. Un grupo muy diverso de personas en el que sorprende su juventud y energía y al que une la pasión por lo que hacen. El único pero es que no nos pudimos quedar a comer. Volveremos.